las huellas que dejamos atrás (2024) affirms the stories we fabricate when we walk past scenes such as the lone hoop on the sidewalk that someone must be mourning the loss of, the pink street art reclaiming space which we would like to think was left by a girl for us to see, or the lipstick that must have slipped out of a purse after a night out. The combination of these familiar objects, their subtle shine and their pink presence are no coincidence. Instead, they function as footprints that leave little to no doubt that another woman has walked through here before us. Intentional or not, the traces she left behind keep us company. 

las huellas que dejamos atrás (2024) afirma las historias que fabricamos cuando pasamos por escenas como el arete solitario que alguien debe estar extrañando, el arte de color rosa reclamando espacio en la calle que nos gustaría pensar fue hecho por una chica para que nosotras lo veamos, o el labial que se debio haber escapado de un bolso después de una noche de fiesta. La combinación de estos objetos familiares, su brillo sutil y su presencia rosada no son una coincidencia. Más bien, funcionan como huellas que no dejan dudas que otra mujer ha pasado por aquí antes que nosotras. Intencionalmente o no, las huellas que dejó atrás nos hacen compañía.